El reloj de la vida es el corazón y sus latidos van marcando el tiempo, como el tictac del reloj. El sol desde el cielo el día ilumina de nuestro peregrinar el camino de la vida. La luz de la luna para atenuar la densidad de la noche, estrellas que brillan en lo alto del inmenso firmamento que marcan el destino de nuestro nacimiento. Mil suspiros del alma por el anhelo de nuestros sueños y un sentimiento de amor por nacer dentro de nuestros pechos. Por Derwell J Fallu
Advertisements