A pesar de que nuestro mundo cuenta con todas las cosas que necesitamos para vivir y lograr la vida feliz que todos desearíamos, la vida y vivir puede resultar más dura y difícil para unos, que para otros. Sin embargo, si usamos del buen recurso de nuestros corazones, podemos lograr un verdadero equilibrio. Si cambiamos la forma egoísta de pensar y de actuar en virtud de aquello que solo complace y satisface nuestro ego y propios caprichos, por esa manera humana de compartir con otros lo que nos hace felices, aliviaremos el dolor y las penurias y le ganaremos, de ese modo, al reino de maldad. Por Derwell J Fallu
Advertisements